lunes, 10 de junio de 2013

China.



Sustrato de sodio en la quimera de los chamanes.
Logre nivelar mi tumba.
Otro dragón chino llorando al fondo del mito.
Ecos de Sen-seis solitarios, que divagan el Tao.
Así es la historia que arrincona el pensamiento,
Que se interesan las grandes ciudades, en un cumulo de fanatismos.

Tan débil e impotente la ignorancia de dios.
Que alguien alimente al simio de las masas.
Cuando abandone la conciencia, 
He hurgado en la raíz de los males. 
Mientras sigo excavando hasta llegar a China.
Adentrándome cada vez en el ritmo de una colérica guitarra.

Emigra Angelito verde, a buscar el estigma en otro lugar.
Que el diablo tiene el oído del mundo.
nadie podrá escuchar una sola palabra jamas para siempre.
El falso sacerdote nos prometió algo de consuelo y tranquilidad.





                                                                                                 Autor: Saúl García Estrella.



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