Cimentado bajo el bluse de B.B King
Oliendo siempre lo crines de la rima dispareja
Un llanto corrompe la bocina de mi nocturno.
cuando trueno la lata abriéndola una vez mas.
Un primer sorbo no es un jadeo de guitarra eléctrica.
Mas bien mi sudor acarrea mi nombre en las estelas del viento.
y mi administrador de tareas, es ignorado una vez mas.
Bluse, cerveza y escribir a la noche vacía.
a los cantos que nadie escucha, siempre ajeno a los ecos de la alegría.
Vago llanto de ojos cristalinos humeante y palpito en en el nombre de Jim Morrison.
Huele todavía a sangre de vikingo en el viento.
en los cantos del los esclavos verdes, sobre la vaina de mi purga,
Habitándome siempre en el alcohol inquietante, desde la mazmorra Bukowskiana.
Arrastro siempre piel divina, en los arcos de los ecos de sus botas salpicadas.
Una balada desconocida en las hojas de los arboles,
donde se ondea mi libido criptico.
A los ojos del crepúsculo me doy a beber mi muerte.
Feliz sin escrúpulos, en la onda del blues.
Soy bebedor de delirios,
de labios cartesianos, en la mandrágora siembro el feto de mi cuerpo.
Y malcriado así en mis laureles pateo la llegada de la lluvia.
siempre en el rincón de los arco iris grises,
bajo la tutela del desconocido,
Crisantemo pendejo, que adorna la tumba esa donde la voz de mi eco
esta ensimismada a mis pasos de tierno clavel andante.
Todos los Higways lucidos de mis sueños desérticos.
por la boca de la música blusera.
sin sentir el viento seco en los cabellos de mi halo andariego.
Entonces truena la lata una vez mas en mis dedos,
sin sorbo hay para ti en esta noche que no estas conmigo.
-García Estrella.
