Vestidos Verdes.

En esta noche donde escribo para ti . 

donde se anuncian las ausencias como circos del horizonte.

clavar la mejilla de una sobre cogedora mujer.

y la melodía de esta hermosa grabadora, canta a un sincopado desconocido.

un susurro en el viento hasta donde estas tu, 

un solemne poema en tus vestidos verdes, aún me estiro en el flagelado andariego de los mismos lugares de una divina resaca.

Vino tinto para los enamorados y nadie sabe de arte.

entablamos silencios, como olvidos en nuestras vidas.

vidas olvidadas eso es lo que somos.

olvidadas por ti y por mi.

olvidados por todos los mundanos cabizbajos.

ni entiendes, estas declaraciones de angustias.

ni te importa nada de lo que escriba, A nuestro renacimiento lo llamaremos olvido,

tu y tus cronicas. 

-García Estrella.

Con la espalda encorvada, sigo escribiendo.

Estoy sentado escribiendo, 
desde la comuna noche.
Bubónica a los ritmos del tecleo,
de mis letras, 
el gusto de la nada.
Tuerzo, adverso, crackero.
Mejor escuchó un disco de Tom Waits.
Y me siento en la estrella,
esa que se encuentra del lado izquierdo.
Así mi montaña ancestral siempre me cuidara.
 Rocío de ceniza por sus faldas misteriosas,
Agazapado en el zaguán de los chubascos 
De la mentira de Beta. 
Ausencia de luna, Carta al padre sobre mesa.
con la espalda encorvada, sigo escribiendo.
estas palabras tan desafinadas,
tan vacías de amor lucido.

Esta noche no me esperan las esquinas,
por que la semana que entra iré a Parras.
a escribir una historia,
esa de la que he estado murmurando desde 
hace tiempo. Acolito por su posada fantasmal.
y me llenaré de material fantasmagorico.
por donde caigan las letras del viento etéreo.

-García Estrella.

Mi plegaria de purga, mi mecedora mental.

A las llagas citadinas.

Górgoros de lumen sobre su piel roja.
Sin pirateadas de madres, sin reacciones a las mentadas.
Apócrifos-Rezumo/ Bailo con las ratas.
Nada es la petición del gandalla.
Piedra, papel o tijera en el coñito de la virgen.
También me tiembla la huila con el pisto.
Mejor Fumemos el furor del salvaje desmadre.
Sin princesa en los bolsillos, pinches amores pasajeros.
A CHINGAR A SU MADRE!!!
Que me cago en su altar de Venus, en sus rocas amadas.
Sinchado desparramo esta tierna plegaria.
A los rincones por donde me viste pasar, desapercibido.
Anti-borrando el lumen de los cristales
o limpiando la mota del Calixto.
Mi pequeño dealer de maleza cimbrada,
de Acólitos sulfurados, por debajo de mis pies.
Sin su jeta que trompear, agarrando a caguamozos a las,
Poetizas calientes, y manoseando el coito de sus versos.

Y de agua es mi mala escritura, 
De reguilete son aerolitos de su cripta
Todos borrachos y mamados son los santos, amantes de los ajeno.
Con mis siete vidas salpico avioncitos de pulpa morada.
Lengua de nagual, de animal castrado en los gritos.
En busca de alas, la cucaracha en su marcha viceralista.
Mejor los narco-corridos del vecino, con su fusca de plata.
Le falto agua al marrano, 
Es la imbécil gratitud de la sociedad pendeja y sus costos $ 
Es la Hipocresía del saludo mañanero.
Es la palmadita que me das cuando me alejo,
Es la corriente que me sigues cuando te hablo de mis chingaderas.
Es la efemeridad de las manos con la que te expresas.
Es la lectura de mi poesía.
Es la continuidad con la que escribo diariamente.
Es el pinche transporte colectivo, de mierda que hay en la ciudad.
La pinche cervezas que nunca se acaba.
Y la lejanía de Monserrat, junto a las mañanas.

Mi plegaria de purga, mi mecedora mental.
Pocos delirios por el fuerte, 
Mi cristal de nieve en el sueño como espigas, preguntame por mis tiliches.
Besando el astro mas allá de la cera de la vela,
Lo recojo en las Albinas de la luz lejana,
debajo de la lonja de los Papas de la Catedral,
A la verga la Iglesia y sus togas de mierda.
A la verga la religión y sus pinches plegarias.
A la verga la Luna y los susurros de la próxima mariposa.
A la verga el domingo y sus misas apocalípticas.
A la verga, a la verga , me pelas la verga!!!

Crucigramas de cloroformos, desoxirribonucleicoyuxtaposicionico.
Me largo a donde la, 
Araña era ética, poética, perempempética,
Rebota, no importa que te cierren las puertas del cielo.
Mejor vamos a donde inician todos los montes,
los montes de la conciencia 
De la poderosa mente extraterrena,
Besando las llagas de su conciencia externa.
De la que también soy hijo.


-García Estrella.

Moscas de bar.

"En el corazón de

la noche plutónica, 

se pierden las moscas del bar."

Andábamos zig-zageando esa noche, las luces mercuriales comenzaban a encenderse, eramos tan anónimos para la cámara de diputados o de cualquier tribu urbana del centro de la ciudad. Y pensábamos a que bar iríamos después de clases. Recuerdo el calor Infernal, la nieve de la Michoacana, y la cantidad de estudiantes por la avenida 5 de mayo. Un hervidero de mariguanos estudiantiles, sin interés por nada. Solo por los tatuajes y los juegos de vídeo. A Isabel le agradaba eso, a mi me daba igual. nos encaminamos al Oxxo a comprar cigarros, a comprar un par de sodas y nos fuimos caminando sin rumbo fijo. recuerdo que me decía que no entendía de Literatura, ni de poesía. y que quería aprender de mi. a lo que le dije que yo apenas estoy aprendiendo de mi, no podría enseñarle esas cosas. la poesía sale de mi boca y nada mas. A parte a quien le importa la Literatura y poesía en estos tiempos, bueno era el año 2008 creo. En fin nos encaminamos primero a los tacos que están por el Mercado Juarez y cenamos como si fuéramos unos hambreados traídos desde las tierras lejanas. Pagamos y nos fuimos. A mi amiga de parrandas, de trasnochadas podría decir mi complice de borracheras cómicas. Así fuimos a ese bar cuyo nombre ignoro ese que estaba por Arramberri. Y pedimos jarras de cervezas, los parroquianos en sus asuntos. Mientras la mesera nos traía la jarra, Isabel se levanto a poner en la rockola música de José Alfredo Jimenez, Chavela Vargas y yo le sugerí una de Cuco Sanchez. No había demasiada variedad en la rockola pues era una cantina muy anónima solo era un enorme pasillo donde había mesas de carta blanca y una barra de madera muy deteriorada al fondo un enorme espejo y pinturas de músicos y charros mexicanos, en los que destacaba Pedro Infante, Cornelio Reyna, Jorge Negrete etc

.  

Cuando regreso a la mesa yo ya tenía los tarros completa mente servidos hasta el tope y tomando ella el suyo dijo: -esta es por una de tantas borracheras contigo.- con una sonrisa burlona le dio un gran sorbo a su cerveza, mientras que yo hacía lo mismo. Sin decir nada solo admirando el momento con mi amiga de los desvelos, de los truncos toques de puerta en mi recámara. Las moscas que rodeaban la mesa, así bebimos mas y mas, si mal no recuerdo creo que en dos horas ya estábamos ebrios tal vez era la extasiada noche bohémica de la cantina oscura. Borrachos entraban y salían pero a nosotros no nos ponían atención aunque cantábamos fuertemente y golpeábamos la mesa con las letras de José Alfredo, recuerdo que nos parábamos como dos locos a bailar las cumbias del recuerdo los dos carcajenado y abrazándonos y estirándonos. Toda cumbia de esa noche era muy Kafkiana parecía un laberinto estar en esa cantina y es que al final solo estábamos en un solo lugar pero nuestros cuerpos daban vueltas como si estuviéramos en un laberinto de Kafka. Había veces que cuando Isabel se paraba a bailar sola o cantaba y volteaba conmigo, mientras yo cansado y borracho la miraba  desde la silla de la mesa. Se acercaban los parroquianos a bailar con ella y ella solo bailaba pero inmediata mente se alejaba de ellos, yo solo carcajeaba con los ojos lagrimeados y el aliento alcohólico. Me acercaba a ella y la besaba como el que besa a la misma oscuridad. Después en la barra dos hombres se hicieron de palabras y la dueña de la cantina los echo del lugar. pedíamos caguamas ahora ya que eran mas baratas que las jarras. Seguimos cantando hasta muy tarde, después de eso nos salimos de la cantina cuyo nombre lo ignoro, y nos dirigimos hacía el Barrio Antiguo, no recuerdo a donde llegamos solo había flachazos del momento. Después en un bar de renombre, me perdí en la muchedumbre, sin saber donde estaba mi amiga trasnochada, fui a la barra del lugar y pedí una caguama y pregunte que ¿Quien estaba tocando?  el joven muchacho de la barra me dijo que Madriza Salvaje estaba tocando y mas tarde iba a tocar disolución social. Tome mi caguama y me di una vuelta por el antro conocido por muchos regio montanos, no vi a Isabel en un rato. Me bebí la cerveza y decidí largarme a otro antro uno mas de mi agrado. Así que me fui sin avisar y sin saber donde estaba mi amiga. Al llegar al lugar donde las guitarras estruendosas de un metal  rugían a altos deciveles. Pague el cover y entre, me fui a la barra. Ahí encontré a mi primo metalero me jalo del hombro y me dio un abrazo, me dijo que ahí estaba mi hermano con otros metaleros que fuéramos a la mesa. Después de comprar la cerveza me fui con el tocaba el ya muy conocido en ese entonces PLASMA. Muy buenos músicos lastima que ya no exista la banda. Al llegar a la mesa ahí estaba mi hermano junto a otros conocidos amigos metaleros y otros que nunca había visto en mi vida. Saludé a todos y cada uno de ellos , me senté en una silla, estaba muy ebrio y mi hermano y mi primo se acercaron a decirme no se que, pues no entendía nada. Solo veía sus gestos en sus rostros. A lo diez minutos veo un mensaje en mi celular con el siguiente texto "Donde chingaos estas, te ando buscando Cabrón, solo fui a darme un pase, dime donde estas!!"  tome el celular y como pude marqué el teléfono de Isabel le comente que estaba en otro bar con mi hermano y un primo. me dijo -sal de ahí voy para allá te veo afuera.- Una borracha metalera paso por un lado mío y me tumbo el teléfono, la llamada se corto, me agache a buscar el celular por debajo de la mesa. Solo había colillas de cigarro y botellas vacías y charcos de cerveza derramada. no encontraba mi celular en este lugar tan oscuro. De repente un amigo se acerco y me ayudo a buscarlo pero no lo encontrábamos. Cuando se termino la canción que tocaba la banda encendieron las luces, y así logre ver el móvil. en un rincón ¿Como diablos fue a dar hasta allá? fui y lo tome, volví a marcarle y me dijo que estaba en la calle que da al antro donde yo estaba, que saliera. Me tome lo que me quedaba de la cerveza y salí. A lo lejos de la calle Morelos vi la silueta de una mujer que caminaba torpemente mis ojos casi cerrados no podía distinguir ni siquiera a dos metros de distancia. hasta que al fin llego a mi, se dejo caer en mi cuerpo y me dijo que estaba muy mal.
La tome y la senté a la orilla de la banqueta, le dije que me esperara un momento fui a orinar a un rincón oscuro. Regrese y le dije tenemos que irnos de aquí esto ya esta muy agresivo. Ella balbuceaba cosas, cosas que yo no entendía por que no estaba lo suficiente mente sobrio como para entender lo que dice. Así que la levante y nos fuimos abrazados calle abajo yo la sostenía y ella me sostenía sin dejar caer el uno del otro, y si caíamos seríamos los dos al mismo tiempo. -No me vayas a dejar aquí, por favor- me dijo. su mirada entre cerrada y perdida, sus ojos tan vacíos, como los mios. Eramos en esa noche dos hojas secas a la deriva de la bohemia, del olvido. Recuerdo su olor, de ese perfume sensual mientras la abrazaba y nos encaminábamos a conseguir un Taxi. 

  

-Saúl Gracía Estrella

Mirada.

"A Heidi musa de Oficinas."

Estambre de cobre, en la entre sus piernas.
Sonrisa de  cartera, cayendo por su piel.
Por tu voz, espía la musica que te hace llorar.
Palma de mano por tus barandales,
Y en sus encías, latigas la flora de mi escritura.
Septimo reporte de insensatez.
Seca y triste no son tus blusas de mudez.
Ahora siembra el Universo, no religion.
No refleja en sus cuardernos de  realidad,
 Mujer de Alumbrado, de belleza, de madurez cronopio.
Así hablo, bajo la lluvia de tu mirada azul.
Barandales de chicle, cereza en tu aroma.
En sus zapatos por el camino de Oz.


-García Estrella.

Hanzo.

A Hattori Hanzo le cortaron los brazos.

Como el que mira de tarde en su penumbra oriental.

También asesino en su juventud dentro de la disciplina.

En una tarde cuando tuvo el arte de crear,

Hizo un sable para reales ninjas y samuráis.

Shinobi del sol naciente, de los clanes Iga.

Hanzo el demonio asesino nocturno que abunda en el silencio.

Con su sable y su tele trasportación, orillaba a la muerte a sus víctimas.

Sus poderes psíquicos desde la oscuridad demonio del vacío.

 El fantasma, verdugo que sus pobres rivales no veían venir.

 Y caían muertos ya sin alma de su invisible tempestad.

Castillo de Edo, sus hombres resguardan su puerta hasta nuestros días.

Siempre asesino de la oscuridad y su magia que progresa bajo las mismas estrellas.

Tu rival por la eternidad líder de alteradores de batalla.

Y los tambores del sol invocaron tu muerte,

Bajo el poderoso sable de Fuma Kotaro.

 

-García Estrella.

Apostrofes.

"Y la lluvia crispada

de deliro en mi pecho cloroformo ."

Voz de musgo.

Que de mis pies escapo.

En mis manos arpías raspo con cólera el jugo.

Me desdeño/ Viajo sin ojos.

Borrosa-conciencia de exilio.

La divinidad maobita me canta,

Por debajo de mis poros.

Prodigiosa visión hinchada de células.

Invenciones de cactus, laberintos putrefactos,

La birria y la voz del eco __crispado.

Huracán de arena, las muertes se acarrean por kilo.

En el barranco de los úteros grises,

Ahí se pierde mi calma, que floja esta mi carne.

Sobre esta luz que arde.

Y de mis moléculas comulgadas son así,

mis dolares perdidos de

                          Apostrofes de lirio.

Que de mi cuna blanca sin padre,

Fue mi fiel monasterio.

-García Estrella.

Doo-Bop.

jnkjh
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Iki de la decima nota del sax de Miles Davis.
Junto a el, se derrama la sangre en la hoja fria del sable Hattori Hanzo.
Fructifero revolver de Zack de la Rocha.
Y caían moras por el Eden de Eva.
En Interzonas Burroughs y el Dr. Benway cortan la carne negra y se inyectan morfina.
A la orilla de la carretera  Jim Morrison asciende con los fantasmas.
Mientras que Dalí  pinta deliberada mente la noche que murio Kurt Cobain.
En los frescos amaneceres de otoño, nace tremol,
Sin caña para los nombres que estan en los panteones.
Juana de Arco platico en los sueños del bosque con pequeño de apellido Hitler
 A las ruinas de Pompeya se fue fumando y danzando María Sabina.
Que los performance de Lennon le llovieron condones usados.
 Nitszche, siempre amo a dios por sobre todas las cosas.
Mario Santiago vio sentado en el cafe la encrucijada al verdadero Ulises Lima.
En el autobus de la carretera murieron los musicos de rock por sobredosis
Cava de sonatas arcaicas empañan los zapatos de Lou Reed,
Ahí en la cumbre mas alta del Hemisferio norte, Jodorowsky y la vibora beben vino.
A estos ultimos cigarros que se le dio cuando en su maquina de escribir tecleaba
solo sus ultimos numeros 2666. Roberto Bolaño fumo con Piel Divina.
Come chocolates desde su bitrina, y mira toas las fotos de sus parrandas,
A  Jose Alfredo Jimenez le falto tiempo.
Desde su mundo criptico toca la guitarra, 
Toca la Guitarra, cuando a pasos de pericos Juan Cirerol truena y las nubes se alejan.
Y cae desde el espacio junto con asesinos a la casa de Omar, el viento le pega en las mejillas,
mientras entona una melodía del ayer antes de la interfase de Octahedron Cedric Bixler Zavala canta tristemente.
El grifo lo tomo del cuello y se lo llevo a sus lugares surreales,
 no hay alquimia, ni redención para Jeff Jordan sus personajes los asesinaron a la orilla del lago donde solía pescar Alex Grey.

ikus_______________________




-García Estrella.