Anclamos las palabras sobre el papel que silencioso aguarda nuestra inspiración.
En nuestro profundo pensamiento se esconden las emociones que nacieron con el paso del tiempo.
Y la lirica nos la enseñaron nuestros padres, componemos al ras de la vida.
Somos libros vivos que se leen en un mundo lleno de indolencia y falto de esencia.
Que encontramos la dicha de ser escritores por amor al arte de las letras.
Hemos evolucionado, sin la escritura no hay historia.
Seguimos escribiendo donde nuestros versos toman la fuerza de una sirena invencible.
Inspiración que nos envuelve en un día nublado y solitario.
Solitario que contagio a desconocidos con mi personalidad tan poética y tenue.
Y no importa nada, ni siquiera la fila para comprar cigarrillos o la fila en la iglesia para tomar la ostia.
Solo el Universo, que está ahí con sus secretos que no podemos ver,
Y la luna misteriosa musa que ríe ante nosotros.
Hemos abarcado lenguas y culturas, nacemos de Tot.
Y estar aquí una vez más, Afilando tu sentir agudo y deseado por las monarcas.
Versos de nacen por la noche, que caen como cataratas sobre la valquiria de los sonetos y mi lirica te llena de soberbia.
Peleamos con nuestros modos ambientales, para que las palabras estén al tanto de los sonidos
Como de los símbolos.