jueves, 8 de octubre de 2015

Alice.





Dos Gotas en los ojos de culebra se había puesto antes de sentarse en la mesa donde a tonitos escuchábamos a "Alice" de Tom Waits. Según para quitar el ardor que le había producido la mariguana que se había fumado hace una hora. La melodía se escuchaba al fondo del "Garage Bar" se sentó sin decir nada.  la mítica Alice inspirada en ese cuento de Lewis Carroll pedofilo de mierda pensaba-yo.
Este clima de ensoñación desaforado y desequilibrado de los momentos cruciales como este. Oscuro estaba la taberna donde a lo lejos solo veía suculentas meseras sirviendo a desconocidos sus jarras de cerveza. Pensaba en ellas y en Alicia, en su mundo de surrealismo drogadicto. Con la luna congelada hemos de servirnos un trago. Donde extraños deletrean ese nombre que Tom Waits murmura ALICE!!

El solo comenzó hablar de su almuerzo mañanero y de las drogas que había comprado antes de llegar al trabajo, me dijo no se que mierdas del trafico vehicular. Mientras yo desaparezco en el nombre de Alice. Les dimos insectos a los dragones con guitarras de nailon. Después dijo que iba al sanitario lo notaba nervioso y acelerado. Pero no le preste importancia, No se fue sin antes llamar a la mesera pidiendo otra jarra de cerveza oscura. En algún sitio o en otro lado del mar  podría estar Alicia. Y yo en la cumbre del anonimato, en el hilo de los restos de un navío. El hielo en mi vaso merodeando sarcásticamente mientras caracoleo este pensamiento. Inquebrantable mente es la vida sin Alicia. Sin el único nombre en el que pienso Alicia.

Conejo blanco, cocainomano sombrío retrasa ese reloj con las matemáticas mitonímicas. ¿Como estremece la tormenta este navío nocturno? ¿Como me identifico con los Bohemios? ¿Como me voy sin regresar sin tu nombre Alicia?

Podría tu navaja encontrar mi cuello? o tal vez mire solemnemente las cuerdas del muelle. Mi amigo regreso del sanitario y sigue sonámbulo eso que importa.
Un beso secreto Alicia en la boca de la oruga, en la pupila de la reina sin cabeza.
Las cabezas de los soldados nacen cada día con el sol. Con la melodía de Tom Waits. nos volvemos una sola copa de magia, Un gato nos sonríe en su locura.

Un saxofón nos pinta el alma, mientras el amigo trata de murmurar palabras sin sentido, pierdo su rostro entre tanto humo de cigarro.
Trato de recordar cuantas botellas de vino he bebido, y trato de rastrear tu nombre por las silabas de las flores que me miran desde la oscuridad.

Tratare de recordar tu bello nombre cuando este en mi tumba.
Tal vez estoy loco pero podría perderme fácilmente en tu frió  solamente podría claramente escribir tu nombre en mi memoria. En mi triste y solitaria memoria.
ALICIA.


-García Estrella

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