Charla en la barra
del reforma entre Víctor y Saúl
Estaban
en la barra del bar Reforma, cuando Saúl había llegado Víctor, el cantinero bebía
algo que tenía escondido detrás de la barra. Saúl pidió otra cerveza por que el
cantinero le había servido una cerveza rancia y caliente, los músicos decrépitos
y ancianos de los tríos estaban limpiando sus guitarras en la mesa de al final.
Víctor platicaba con Saúl en la barra. En la televisión como era de costumbre
el Telediario del Arquitecto Benavides se estaba transmitiendo.
-Oye Víctor, estar en el Reforma es como estar en ninguna
parte- dijo Saúl.
-Sí, viejo este es un lugar muy extraño es como estar los
viernes en la noche en un hospital- dijo Víctor.
-Hay tanta mierda allá afuera y uno aquí de anónimo bebiendo
contigo, oye tengo que contarte una
cosa- dijo Saúl.
-Adelante- dijo el cantinero.
-Bueno, veras la otra noche me llamo un amigo con el que
había estado conmigo en la secundaría hacía tiempo que no lo veía, no sé cómo consiguió el teléfono de mi casa.
Se llama Juan y me telefoneo, se había quedado sin
trabajo, por la bebida, conteste y me invito a su casa a beber unas cervezas. Un
lunes por la tarde, yo me reponía de una cruda del domingo pero en fin, al
salir de mi trabajo. Decidí ir a buscarlo, llegue a su casa muy a huevo por que
no recordaba con exactitud donde vivía
pero al final di. Veras ahí estaba el con un par de cajas de cerveza esperándome.
Llegue y me recibió con un abrazo me dijo:
-Saúl Amigo, como haz estado Kabron!! Tantos años sin
verte nos hemos vuelto viejos no crees?-
-Que tal, Juan tanto tiempo ha pasado, ¿Cómo has estado?-
-Pasa amigo, estás en tu casa mira ella es mi esposa
Saúl bebió de su cerveza rancia y le dijo a Víctor: –Cámbiame
de nuevo esta cerveza Vic, esta rancia igual que la otra-
Víctor se la cambio sin decir nada pues, sabía que la
cerveza estaba mal, raro en las cantinas de Monterrey. Y de alguna manera urgo en el fondo de la hielera con su brazo y
saco una cerveza que estaba bien muerta o sea bien helada. La abrió y la puso
sobre la barra. Entonces Saúl continuó.
-Y en serio Víctor jamás había visto un trasero tan
enorme y firme como el de la esposa de mi amigo Juan. Esa mujer corpulenta de
cabello rojizo y piel tan blanco como la arena del mar.
-En serio- dijo Víctor.
-Sí, se llama Erika y tiene un culo enorme y unas piernas
muy torneadas- dijo Saúl.
-Vaya-dijo Víctor.
-En fin, nos pusimos a platicar sobre nuestros antiguos
compañeros de secundaria, ¿Qué se habían hecho? Fulano, Zutano etc. De nuestros
trabajos y las cosas más pendejas que nos habían sucedido todo este tiempo que
no nos vimos. Juan fumaba marihuana en su mecedora y bebía cerveza como
vikingo. Creo que su esposa sabía muy bien de ese hábito, pues no decía nada. Yo
solo bebí cerveza, no fume.
Entonces mi querido Víctor, hice la pregunta.-
-¿Que pregunta?- Dijo Víctor.
-¿Que paso con la carne?- dijo Saúl.
Víctor miro a Saúl extrañamente y le dijo:
-¿A que te refieres con la carne?-
-Pues la carne asada, la botana, la traga- dijo Saúl.
-Sí, y que te dijo tu amigo Juan- dice Víctor.
-No creerás lo que me paso, Juan me dijo: ¿la carne? Ok. Mira
hace unas semanas Saúl, invite a mi casa a un amigo del trabajo antes de que me
despidieran por este problema del alcohol. Rafael se llamaba, el vino y lo
invite a ver el partido de la selección mexicana que hoy es un asco de equipo. En
fin estábamos bebiendo cerveza. Frente al televisor en la sala cuando mi esposa
Erika nos llamo que ya estaba la mesa puesta para comer. Entonces mi amigo Rafa
y yo fuimos al comedor donde tenía mi esposa un asado horneado jugosamente con
rodajas de piña estaba muy sabrosa. Nos sentamos mi esposa Rafa y yo para
cenar. Y mi amigo sorprendido por el excelente trabajo que había hecho mi mujer
en la cocina.
-Que bien huele Señora, ¿esto es asado?- dijo Rafa.
-Es una Pierna Asada- dijo Erika.
-Pues parece una pierna humana- dijo Rafael.
-Es una pierna humana- Dijo Erika.
-¿En serio dijo eso?- Dice Víctor, escuchando atentamente
desde el otro lado de la barra y dando sorbos a su pequeño vaso de whisky.
-Si, guey te lo juro- dijo Saúl.- y cuando escuchas una
cosa así no sabes que pensar tal vez crees que está jugando. Si no sabes exactamente que pensar pero en
fin.
-Entonces ahí estábamos con Rafita mi esposa y yo- dice
Juan. Cuando mi esposa le dice que es una pierna humana Rafa nerviosamente
dijo:
- entonces dame una buena tajada de esa pierna humana.-
-Hay pobre Rafita, Dice Juan. Ya cuando comíamos le dije
a Rafa que había asesinado a un hombre hace un mes y lo metí en el congelador para
su reserva y que esta era una de sus piernas, Así que Rafa se carcajeo y no me creyó,
le dije que fuera a la nevera y verificara por sí mismo. El termino su platillo
y fue a la nevera es mas yo lo acompañe así que abrimos la nevera y vimos los
pedazos del hombre por todos lados muy bien conservados el torso, la otra
pierna, la cabeza los brazos, entonces Rafa
dijo: -Santa madre de dios, no mames guey!! Es un cadáver-
Así que cuando volteo conmigo el pobre Rafita tuve que
degollarlo con el cuchillo de la cocina rápido para que no gritara, lo destace
en varias partes y lo eche al congelador. Ay pobre Rafita.
-Es en serio lo que me estas contando?- pregunto Saúl a
Juan.
-Sí- dijo Juan.
Víctor con mirada incrédula, le dice a Saúl -es cierto esta historia o es otra de tus
mafufadas-
-Es cierto esta historia guey, y deja que escuches lo que
paso después- dijo Saúl
-Adelante, cuéntame- dijo Víctor atentamente.
-Cuando Juan me termino de contar la historia y estaba
algo atizado por la marihuana y la cerveza.- Me dijo: -Sabes Saúl, mi mujer es
muy extraña, si a ella le gusta hacer tríos para hacer el amor y a mí me gusta
que lo haga con otros y yo ver. Es muy estimulante para mi, ver como se cogen a
mi mujer es excitante.
-No mames, eso te dijo tu amigo- dice Víctor.
-Si wey espera- Dijo Saúl.
-Entonces yo le pregunte ¿No seas mamón Juan como vas a
tener unos cadáveres en el pinche congelador? creo que esa madre te está
causando efecto, deberías de dejarla.
Y él me dijo –Puedes verificar tu mismo la nevera esta al
fondo a la derecha en la cocina. No lo veas como un asesinato, míralo como un
trofeo o pura supervivencia del más fuerte. Hay gente que va a la guerra y mata
miles de personas regresan a su país y les dan medallas de oro. O simplemente
nosotros Saúl que estamos aquí bebiendo descuidadamente cuando en el otro lado
del mundo se están muriendo de hambre. Estas muertes no significan nada absolutamente
nada.
Entonces me pare, y dije: - Puras mamadas tuyas Juan,
nunca cambiaste sigues igual de papelero como en la secundaría. ¿Dónde está el
baño?
-Al fondo a la derecha al lado de la nevera- dijo
seriamente.
Entonces llegue al baño y orine descomunalmente, salí y vi la nevera, no sé que me dio esa curiosidad,
de cuando te dicen: no lo hagas, pero tienes que mirar a huevo para verificar.
-Y entonces que te fijaste- Dijo Víctor.
-Sí, me acerque a la nevera y la abrí entonces vi esas
cabezas de hombres con la lengua de fuera y sus ojos muy abiertos muchas bolsas
de hielo, carne humana por todos lados, dedos, pies. Fue horrible regrese al
baño a vomitar regrese toda la cerveza y parte de mi lonche del trabajo. Me maree
no podía creer lo que estaba viendo cuando me volteo para salir camino por la
sala algo nervioso y asustado entonces de una puerta se abalanza sobre mí la
esposa de Juan Erika y comencé a forcejear con ella me tiraba mordidas en mi
boca y me besaba, me agarro los testículos y trataba de sacarme la verga
mientras yo luchaba por quitármela de encima. Ella se quitaba sus ropas y no
mames pero que culo tenía y que tetas tan firmes. De reojo vi a Juan que estaba
mirándonos desde la puerta como que jadeaba. Yo me dije ¿Que pinche pedo está
pasando?, pero esta Erika seguía y me besaba y me agarraba la verga entonces me
encendí la tome y la tire contra el sofá, Juan ya había cerrado la puerta y yo comencé
con el asunto con Erika a darle duro. Pues yo me había excitado bastante. Juan
en el rincón se Masturbaba frenéticamente y solo miraba.
Cuando termine con ella, me fui a baño a lavarme la cara
y acomodarme las ropas, me mire al espejo por unos segundos y cuando salí ya
estaban Juan y Erika esperándome en la sala frente al televisor con una cerveza
en la mano. Me acerque y me senté, me bebí la cerveza y después de un rato de silencio dije: -Ya me
voy.-
Ellos solo contestaron –Adiós que te vaya bien-
-Haber cuando vuelves a venir otra vez Saúl- dijo Juan.
Salí desconcertada mente de la casa tome un taxi y me
largue de ahí.
-Y que pedo, no fuiste a la policía a denunciar sobre los
cadáveres que había ahí- dijo Víctor.
-No, bueno sabes Víctor es complicado en realidad sentí
como si me hubieran adoptado en su familia además se portaron bien conmigo. A
esos tipos destazados en la nevera pudieron
haber sido unos conejos muertos- dijo Saúl.
-Pues a como yo lo veo eres cómplice de un asesinato también-
dice Víctor.
-Mira Vic. A mi parecer esa gente no me pareció mala, que
tengan la mente retorcida es otra cosa. Pero fíjate que he conocido gente
realmente mala a la que detesto, no han matado a nadie, pero a ellos los sentí como una familia. Y como
te digo pienso en aquellos dos tipos de la nevera como si fueran dos conejos congelados.-
Víctor saco una pistola de debajo de la barra y apunto a
Saúl con ella.
-Está bien Kabron, vas a quedarte ahí mientras llamo a la
policía- dijo Víctor.
-Mira Víctor, tú no tienes que decirle a nadie esto es
entre tú y yo- dijo Saúl.
-¿Cómo mierdas no? Soy un ciudadano y tu eres cómplice de
un asesinato no puedo permitir que un mierda como tú, y tus putos amigos anden
por ahí congelando a la gente. Qué tal si el próximo podría ser yo. – dice Víctor Furiosamente.
La poca gente del bar solo observaba la discusión de la
barra entre el cantinero y Saúl.
-Está bien escúchame Víctor oye tranquilo…baja el arma-
dijo Saúl
- Cállate Kabron, ya valiste madre pinche coge locas-
dijo Víctor
-Mira es solo un cuento una historia- dice Saúl.
-¿Quieres decir que lo que me contaste es mentira?- Dijo Víctor.
-Si mira es mentira, te líe, es puro pedo, ya baja esa
pinche arma se te va salir una balazo Culero!! Vamos a seguir bebiendo
tranquilos- Dijo Saúl.
-Lo que me contaste no era mentira, lo contaste con todo
detalle- dijo Víctor
-Si es mentira, te he dicho que si!!!- dijo Saúl.
Víctor se inclino a la derecha para tomar su celular y
hablar a la policía mientras que Saúl agarro su botella de cerveza y la lanzo a
la cara de Víctor este hecho un grito y de inmediato Saúl brinco la barra y
golpeo nuevamente en el rostro, Víctor soltó la pistola y cayo inconsciente al suelo
los parroquianos solo miraban asustados lo que pasaba. Saúl tomo la pistola
apunto cuidadosamente apretó el gatillo, luego metió el arma en una bolsa marrón,
salto la barra nuevamente enfilo hacia la salida del bar y cruzo la calle
Ocampo para tomar un taxi y alejarse del lugar rápidamente.
-García Estrella.