Dispárame
otra vez, no dejes este moribundo en el asfalto como un perro.
Termina lo
que empezaste, la venganza en tu único ser.
La alteración
de tus sentidos me provocan risa, pero yo soy el que está tirado y sangrando.
Ahora nos
convertimos en victimas y verdugo.
Los ánimos
siguen por los suelos pisoteando el orgullo mallugado por el odio,
Eres la huida
permanente de un fantasma, que cargaras la culpa de mi muerte.
Dispárame
otra vez, libérame de este materialismo y tus gritos me aburren.
Mas sin
embargo tus balas siguen atravesando mi piel.
Y las espinas
solo siguen saboreando el crimen al que estas acostumbrada a cometer.
Tus lágrimas
limpian mis pecados y tu mano temblorosa sosteniendo el revólver.
Dispara a esta
porquería de persona que jugó con tu corazón y lo estrujo para sacarle tus
sentimientos de mujer.
Es mi muerte
perfecta morir por tu odio.
Mi corazón esta
tenso, mis manos comienzan a helarse.
Tu mirada
hacia todo mi ser, con sublime desprecio, tu instinto asesino se muestra en tus
ojos de valquiria.
Tengo sangre
derramada sobre mí.
Tienes en tus
manos mi destino, acabalo como un simple cuento pagano.
Inclínate
hacia mí no tengas miedo nadie lo sabrá.
Dispárame
como yo mutile tus sentimientos de princesa.
Soy tu mal,
soy tu liberación, dispara mujer
Dispara a mi
corazón.