sábado, 10 de enero de 2015

Manuscritos perdidos.








En el tiempo donde me sentía extranjero de mi mundo.
Esas experiencias surreales que me dieron el miedo y la fuerza.
A esas tardes en las que imaginaba un nombre,
Donde soplaba el viento, y las hojas de los arboles caían, sin ningún remordimiento.
Esos relatos sombríos y cortos.
Personajes fantásticos donde el peligro asechaba como novela de misterio.
Entristezco al recordar todo lo que he escrito y se ha perdido.
No soy cuidadoso como Saramago,
Soy de esos poetas que pierde todo, o se suicida en el intento.
A todos mis poemas, que recuerde.
A los que arroje al fuego junto con las cartas de amores viejos.
Mis viajes cortos al desierto del norte.
En la infancia sembré lo que ahora escribo.
Y lo que escribo es lo que ayer fui.
Condenar mi frente por esta labor penosa.
Al niño y su doctrina siempre fui, ese que se escondía detrás de las paredes.
A mi semblanza y corazón sublime que bañado de letras en mi ataúd
Su  balanza de sombras. 
 


-García Estrella.

Entrada destacada

El Balsero.

Montaremos la espiral hasta el final y podremos ir simplemente a donde nadie ha estado. Vial es simple el estrecho por donde caen sus palabr...