La clinica.

Montaremos la espiral hasta el final y podremos ir simplemente a donde nadie ha estado.




Rostros decaídos, olor a penicilina.
Fila serpenteante que cruzo por la mañana.
Los Ancianos alguna ves fueron felices y brillantes.
Y cruzo miradas entre sus cabezas,
Diamantes perdidos en la osadía del tiempo.
Me he vuelto también viejo, dolores en mi pesar.
En mi nostalgia quimérica que transmuto en mi existir.
Dejando el ayer de todas las rosas que llegue a conocer.
Sigo este solitario camino, este pensamiento errante de seguir.
Saco mi sangre para que la examinen,
Por que me he vuelto viejo,
El trasfondo de la vida, 
Con una mirada llena de Nostalgia,
Pienso en todos los ancianos de esta fila.
¿Como habrán sido sus vidas? Antes de llegar a este momento conmigo.
Juntos vamos por dar una muestra de sangre.
Por que el tiempo nos ha alcanzado de alguna manera.
 Mi rostro somnoliento carga rimas desentonadas de poesía maleada.
Mientras sus brazos traen el peso de una vida, donde hubo una historia.
Espero que todas sus historias hayan sido buenas con ellos.
Espero desembarañar este acertijo de vida tan simple y a la vez tan complicado.


-García Estrella

Todos deberían irse a las colinas

Ella era un gran alunizaje,
Pero yo era la cerilla que incendiaba su alma.
No estábamos feligreses en el atardecer.
El viento nos sopla los granos,
Me mira con las piernas cruzadas,
Mientras camino sobre las rocas,
No conocemos el cantar del Mio Cid
Solo las olas que vienen y van.
He visto su imagen  sobre el lecho del mar.
Me tallo los granos de mi rostro.
Ella también canta por calzada San Pedro.
Pero ella no ve mis disparos de almidón.
Atormentando al monaguillo, practicamos la oda oscura.
Ahora viene a tallarme los granos de mi rostro,
Y los talla caminando calle abajo,
Mientras ofrezco pequeñas historias sin pasado.
Tengo Amor en mi panza y un poco de dolor,
Todos deberían irse a las colinas,
Aquí estoy ahora, empujando otra prueba de amor.
Los veo desde acá,
Soplando desde el hemisferio,
Mírame ahora elevado, mírame ahora elevado mírame ahora.
Trascendiendo por el prado nos dejamos ir.
 Mas allá de las nubes donde termina el sonido.



-Garcia Estrella