Campos del Horizonte.

Hoy despertamos con el sol empujando las nubes de Sepia.

Somos la ceniza  que arrastra la mula, El mundo.
 En el mundo emigramos desde el útero de nuestra madre.

Me hablas de migración, cuando mi alma ha emigrado de mi cuerpo hace varias vidas.

Sobre el festín de gusanos vivimos sobrios y  felices.

Esta noche afrodisiaca, donde el viento, 
cae como el vino tinto a mi copa.

Decir adiós a tu piel bajo este  grata lluvia de estrellas.

Aún arrastro mis sentidos hacia los bajos mundos de los lienzos de Mayra.

Y besamos suavemente la oruga para sentir el suave olor a hachís.

Nuestros caminos nunca se cruzaron, solo hemos alterado el orden.

Como un  prófugo de amistades esclavizado por mi ausencia.

Podría morir mañana si quisiera.
 Que esperen los campos del horizonte, 
Cuando encuentren mi cuerpo tendido sobre sus brazos muertos.
Que esperen en el bajo manto de la soledad,
 los lectores que leen estas lineas.
Que esperen de mi carne sobre el fuego,
Cuando de mi, se fueron los amores eternos.

Enciendo una vela y me desprendo de tu cuerpo humedo para deslizar tu alma debajo de la almohada.

Profetizar la vida, y la bohemia.
 Emigrar a tus muslos de princesa, 
nuestras fauces han comido el pan de la sabiduría externa.

Como podría dejar de quererte, con mis manos temblorosas he tocado tus piernas
Si tu cerebro no tiene más que para dos canciones paganas.

Quiero limpiar mi alma con tu nombre de valquiria.

Que esperon los campos del horizonte,
Cuando mi rostro yazca tendido sobre tus labios muertos.



-García Estrella.