viernes, 2 de agosto de 2013

La Mufa.



Evangelio que me diste en la intemperie.
Dando vueltas desde lo infinito. 
Esta actividad de escribir es un presente absoluto.
Los textos literarios de una diurna 
Soy un aficionado de mi nombre y las letras del sueño.
Jamas he ido a  donde ya no te busco.
Una enorme laguna memorial, entra en lo dominio de lo fantástico
Me asalta tu imagen en el metro, en la calle y los tugurios mas oscuros.
Me pongo a escribir, porque el poema se pone a escribir a si mismo.
Una visión global de todas las cosas, Donde esta tu nombre, tu desvelo.
Estoy justificado en mi persona, cuando escribo sobre los duraznos que respiras.
Que me falta en la tarjeta diminuta, que atasco en el cajero.
Una diferencia entre los libros y tu pequeño fantasma silencioso.
Que ha deambulado por Monterrey en las noches.
La mufa,
Fabula de las telarañas de tus lánguidas frases.
Defensa de café, cuando observábamos las pocas manifestaciones de la ciudad.
Siempre los ciclos se cumplen, en toda letra de corrido norteño.
La biblioteca tiene su lugar con los libros.
También recordamos la amarga cerveza a la media noche
Donde con los enormes eones, de eterna continuidad.
He escrito mas de cien poemas y la araña sigue en los pequeños pétalos.


-García Estrella








  

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