domingo, 17 de marzo de 2013

La noche del Aullido.



Después de haber muerto su padre, Angela se encontraba deprimida en su recamara y maldiciendo al cáncer que acabo con uno de sus seres más queridos. El hombre que le había enseñado todo sobre la vida había muerto
Con los ojos llenos de lagrimas llena de soledad hundida en una casa grande.
Donde solo Vivían su padre y ella, mirando la luna llena en la oscuridad del cuarto con el luto en su corazón y el dolor hirviendo en su pecho decidió ir a la azotea de la casa y pensar en lo que cualquier mortal haría cuando la depresión  es eterna y te cierra las puertas del mundo,  el suicidio. Angela se paro en la orilla de la casa en la azotea recordó los momentos felices con su padre y como la llevo a la tumba de su madre y siempre teniendo presente que siempre fue una gran mujer, recordó y recordó. Miro la luna  callada mente, el barrio se encontraba en silencio cuando cerró los ojos para dar su paso al vacío desde la azotea, en ese momento, escucho un fuerte aullido. Como un estruendo en la noche, un aullido tan fuerte que los perros comenzaron a ladrar espantados como si el lamento del diablo saliera desde las entrañas de la tierra. Angela se espanto inmediata mente y escucho los ladridos igual de espantada que los perros dio un paso hacia atrás y camino hasta las escaleras  que dan a su jardín, se quedo quieta y miro a su alrededor pensando que había sido eso, algo estaba estropeando su plan de suicidarse, ese aullido espanto su muerte. En seguida Angela camino escaleras abajo lentamente y miro hacia los arbustos que están  en el rincón del jardín vio que se movían bruscamente y se escuchaba un gemido ronco.
Miro y la piel comenzó a erizarse,  bajo las escaleras y pensó en llegar rápidamente a encender la luz del jardín, cuando de pronto, los movimientos de los arbustos dejaron de escucharse estaba quieto todo.  Camino hacia ellos ya que la curiosidad se apoderaba de ella camino lentamente y en el jardín solo se escuchaban sus pisadas en el pasto una y otra vez. Cuando ya estaba muy cerca se inclino a los arbustos para abrirlos con sus propias manos. De repente mirando entre los arbustos y en la oscuridad se abrieron unos ojos grandes y amarillos llenos de maldad y salto hacia ella haciendo un gran gruñido y comenzando a rasgar y morder. Angela grito pero nadie la escucho. A las dos noches Angela despertó en su recamara dolorosamente sentía  que estaba quebrada pero solamente  eran dolores musculares, escucha que tocan a la puerta y es su tía que entra con la cena preparada y quejándose de  porque había tomado esa decisión tan mala de quitarse la vida. Pues había sido ella que la encontró esa noche tirada en el jardín ensangrentada rasgada en los brazos y piernas como si ella se lo hubiera hecho por la pérdida de su padre. Angela no recuerda nada solo la tumba de su padre en un cementerio solemne y gris. Su tía le habla de las malas decisiones que toman los seres humanos algunas veces y le recomienda que esa no es la mejor salida, ella la abraza y la deja descansar, estando sola en la recamara en plena noche se siente fuerte y con ansiedad ella siente que le hierve la sangre y que los huesos le crecen desmesuradamente. Se para toma de la jarra del agua y se acerca a la ventana a abrir las cortinas y se encuentra con una luna totalmente llena y roja, enseguida la mira y sus ojos comienzan a ponerse amarillos como los que había encontrado entre esos arbustos.   

AUTOR: SAUL ESTRELLA.


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