sábado, 27 de octubre de 2012

Carros al cielo.


Entra por la Flor de mis lamentos.
siempre seguimos el origen de la luz.
Como sangre de un Ave.
caigo sobre el bagaje del viento.

Árbol mece y crece entre la casa de mármol.
Sobre  la calle están nuestras preocupaciones.
y vivo tierno como una danza contemporánea.
Así, el rumbo  es venidero,
carros al cielo, nubes nómadas formando la realidad.

Y se entristecen cuando me ausento.
Y me encamino hacia la parra de una historia.
Y regreso al origen de la tormenta de mierda.


Entonces se decide el mañana,
Como plan sin cimiento, como hoja sin deriva.
Hablamos muertos en esta vida.
El cálido sonido del abanico por las noches.

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