sábado, 6 de octubre de 2012

Lumen.

Las sombras palidecen.
es la hora que fresca esta la noche, gentil la madrugada.
empaparse con el agua sonrojada.
que ya muy pronto verterá la aurora.

El cielo vagamente se colora.
De virginal blancura inmaculadora.
y el firmamento hace su morada.
Luz de tinieblas vencedoras.

Sobre las níveas cumbres del oriente,
en Ópalos y perlas se deslíe,
que desbarata en su cristal la fuente.

Del Vaho matinal se extiende el velo.
y todo juguetea,
y todo ríe,
En la tierra lo mismo que en el cielo.


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