lunes, 18 de abril de 2011

Noche.

Noviembre de noche  y la Luna en el cielo dibujando el cuerpo de una  fantasía.
Noche que encuentro en las calles donde el asfalto dibuja una tristeza.
En los estrechos callejones se observan a los gatos con su caminar silencioso.
Y la lujuria los envuelve a cada pareja  minimalista de cada rincón.
Y en cuanto a ti, tu boca dice palabras de amor  y el odio nos pinta como un vértigo pintado en tu boca.
Todo el mundo es material  junto a sus luces mercuriales.
Ica molé pertenece a las estrellas del monte y las memorias que dejaron los Carrancistas en cada piedra.
Noche de un nacimiento  vernáculo y  melancolía tirada por el juglar de España.
Que con sus dulces historias nos envuelven el  tiempo del  oscuro donde estamos seguros.
Noche de sonrisas que se asoman por la ventana de mi cuarto, chupando  la sabia rabia que me a acosado por años en mi pecho,  me liberan del amor aventurero.
Noche de Sangre prometedora del abismo estratosférico aunado a una gitana mujer.
 Noche en la que se  bebe agua del arrollo, junto  a Samael, ángel de cola de serpiente y uñas de gato.
Y con cara de ladrón ¿Quién es el más poderoso?
Noche que Incita a la  niña, que brinca la cuerda junto a la casona, que asusta a los paseantes con sus viseras ardientes.
Porque en la noche te vi caminando con el  alma de tu cuerpo con  brazos del señor.
Existe otra dama de blancos cabellos y edad madura espectro que enseña el pañuelo sobre el camino.
En la Noche  la jauría de bizarras cosas de misterios inconcebibles ante un mundo devastado por la realidad.
Madres que perdieron a sus hijos en la oscuridad, con la tristeza de una Hora establecida.
Hombres que se fueron para no volver a su  hogar.                                                                                                                                           

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