jueves, 17 de agosto de 2017

Dulce Andar.

Montaremos la espiral hasta el final y 
podremos ir simplemente 
a donde nadie ha estado.





El seco gemido de una mirada extraviada.
El hermoso momento de escribir.
Si los mejores años han sido ahora.
Esta vida mortal no es un impedimento.
Hemos creado el futuro incierto.
El cielo verde, continuidad radioactiva.
Trascendiendo por la Literatura.
Los versos de un niño que no se ha dado por vencido.
Sintiendo el calor en estas manos y la lejanía de Saturno.
Protocolos con mediciones milimétricas.
Los Árboles truenan a la media noche.
Llenar de palabras el café que nos hemos tomado.
De intrínsecas anécdotas futuras,
Estímulos confortables.
Perlas alrededor de este glaciar,
Rastros de signos-formulas secretas.
Placeres que llegan como el rayo del sol.
En mi sangre corre el jugueteo de su boca roja.
Reacciones químicas innegables a tus besos.
La yuxtaposición de tu cuerpo.
Mis palabras a lo lejos en un Pueblo.
Bajo el asbesto y las montañas pasos lentos.
Sin ningún poder comulgado, sin ningún amor inerte. 
Sacros gritos en la penumbra de mi adolescencia.
Mi imaginación se quebró.
Cuando en mi dulce andar
Conocí la soledad desnuda en medio del desierto.


-García Estrella.


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