La hierba en un triste tallo.
Coraza de un chamán al final de mi sueño.
Quemando el final escarlata.
Una pequeña comida sobre nuestras mesas.
Sabanas blancas en tu rostro.
Piel pálida cómo las húmedas hojas.
Sabes como cultivar el amor en mi lengua.
Cómo ir tejiendo el Alba con sonoros besos.
Adobe cortado sobre este callejón de piedra.
Jamás confíes en mí.
El picapedrero nos llama tirándonos desde lo más alto.
Y vago le susurro al monte donde nadie escucha.
He quemado mis uñas, hurgado en mi piel.
Para ofrendar las manos del que hila.
He aprendido a vivir con las madrigueras.
He aprendido a escuchar las rocas que se han quedado atrás.
Y un Rocío me llama con su fantasmal textura.
Sigo por ese camino hacia la nada,
Sigo con lo mío, sin encontrarme con alguien,
Sin esperar nada de nadie.
-García Estrella
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