domingo, 9 de marzo de 2014

La Piñata (relato corto)



La música de Nancy Sinatra desde una radio vieja sobre la mesa de la fiesta, que sobren todos los confetis del mundo. Te miro desde mi rincón desconocido. Donde nadie me conoce, donde veo como te acercas a todas las personas a platicar pero también me miras y me sonríes. No puedes evitarlo, mientras todos hablan sobre sus asuntos y otros se dedican a la parrillada. Veo como los niños se encarrilan a jugar hacía un rincón y quiero acercarme a estar contigo. Pero las baladas de Nancy en la radio vieja sonaban, y me llamaba la atención también. Me vuelves a mirar y me dices que ahorita me llevaras un plato de comida. y todos se abalanzan sobre el asador por su porción de carne asada. Todos alegres y sonrientes, tan amables con sus familias y tu, tan hermosa con tu abrigo rosa y tus ojos tan brillantes. Me haces una seña que me acerque y titubeando me paro y me acerco contigo para tomar el platillo que me habías preparado y medas el tuyo también me dices que vaya hacia la mesa izquierda. y yo pensando que esta es la vida mas extraña que he tenido, ¿Donde quedaron las cantinas oscuras? ¿Donde están los mendigos extraños con los que topaba en los lugares sucios del centro? todo ha desaparecido, tan rápido, y tan lento. Y te veo como te mueves de lado a lado. Tan amable con tus hermanas y con las personas y vuelves a mirarme. Pienso en los transeúntes que pasan desapercibidos cerca de la fiesta. Ellos no saben de nosotros, pienso en nada. O en el gusto de la nada. Pienso en ti, aunque estés frente a mi. Pienso en Leopoldo María Panero y su muerte. En el comentario de mi madre sobre el limón en la mañana. todo transcurre tan rápido y lento a la vez. Cuando viene ami me dices que te traiga el agua y la soda, una salsa y un par de tortillas. te sientas junto a mi y me preparas el guaca mole y la salsa, veo como te preocupas por mi. en esta vida tan extraña que he tenido. veo como me atiendes como si me conocieras desde hace mucho tiempo. Me dices que la salsa esta excelente y estas ahí junto a mi. sin ninguna obligación solo por amor. Y pienso en los años derramados a la bohemia en los momentos de soledad en las banquetas. En los lugares en los que andábamos sin saber el uno del otro. En la poesía derramada a la soledad, sin que tú te dieras cuenta. y me dices: -come mi amor, se te va enfriar- y te admiro. y me siento bien contigo. Y después me he olvidado de mi. y los niños comienzan a reventar globos. y el viento se lleva las servilletas y los platos y el sol comienza a iluminar el jardín. y tu me besas en la mejilla. y me das mas quesadillas. jeje!! tus quesadillas de carne. Te miro nuevamente y todos alegres hablan y festejan. y tu a mi lado en esa tarde solemne. Sin gotas de vino solo tus labios rojos en mi ojo inquieto. Así ellos comienzan a quebrar la piñata desconocida. 




-García Estrella.

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