Sombra a seguir o la trágica muerte de Gloria.

El perro ladra y en sus fauces porta la historia de la tierra,
La amarga espuma que le brota del hocico babeante como la bestia que llego ahora y por siempre.
Su reinado se esparce en las calles sobre los leones que vacilantes cabulean con el perro de rabia.
Las bestias del sentido del humor dominando las calles de la vida.
Una mujer de negro cabello y ojos saltones es la valquiria de nuestra esperanza.
A su nacimiento la llamaron Gloria que es la guardiana dramática de nuestro sueño solemne.
Gloria nos guía al pálido callejón dominado por el cristiano, nos libera de los leones fabuladores.
Ella cabulea nuestros cerebros en la partida de una noche entre la malsana y dietética luna.
¿Cómo saber la intención de Gloria?
El hombre del portón espera y espera la fría presencia de una mujer ultrajada al deliro de ser.
Ella nos encamina a la naturaleza neutra, Gloria nos adormece con el aire, nos guía a su triunfo angelical como un pequeño rebaño que se divisa en el horizonte.
Triunfo implacable y no es duradero.
Y nosotros masticamos el perdón destruyendo las fauces del perro que porta la historia de la tierra.
Tomamos la batuta entre lo divino y lo maldito desasiéndonos del régimen de Gloria como nuestra salvadora.
El perro yace en el pavimento y la tierra está en decadencia en tiempos pre apocalípticos.
Gloria le fue entregada a los niños locos, antes de que se fueran a suicidar al otro lado del mundo.
La soga rodeo su cuello, atada de manos y pies como un sol enjaulado ante el inmenso universo.
Los niños la colgaron en el árbol de la vida, y el aire le pego su cara.
Aumentando los miedos de Gloria nuestra pequeña salvadora.
Pero el atardecer en cambio, la desangraba lentamente con el sonar del viento.
Gloria convertida la Luz Apócrifa o en una sombra exterior.
He encendido una veladora como una plegaria domestica.
He encendido su llama.
He seguido sus sombras.

7 de octubre 2004