martes, 28 de agosto de 2012

Venganza.


Dispárame otra vez, no dejes este moribundo en el asfalto como un perro.
Termina lo que empezaste, la venganza en tu único ser.
La alteración de tus sentidos me provocan risa, pero yo soy el que está tirado y sangrando.
Ahora nos convertimos en victimas y verdugo.
Los ánimos siguen por los suelos pisoteando el orgullo mallugado por el odio,
Eres la huida permanente de un fantasma, que cargaras la culpa de mi muerte.
Dispárame otra vez, libérame de este materialismo y tus gritos me aburren.
Mas sin embargo tus balas siguen atravesando mi piel.
Y las espinas solo siguen saboreando el crimen al que estas acostumbrada a cometer.
Tus lágrimas limpian mis pecados y tu mano temblorosa sosteniendo el revólver.
Dispara a esta porquería de persona que jugó con tu corazón y lo estrujo para sacarle tus sentimientos de mujer.
Es mi muerte perfecta morir por tu odio.
Mi corazón esta tenso, mis manos comienzan a helarse.
Tu mirada hacia todo mi ser, con sublime desprecio, tu instinto asesino se muestra en tus ojos de valquiria.
Tengo sangre derramada sobre mí.
Tienes en tus manos mi destino, acabalo como un simple cuento pagano.
Inclínate hacia mí no tengas miedo nadie lo sabrá.
Dispárame como yo mutile tus sentimientos de princesa.
Soy tu mal, soy tu liberación, dispara mujer
Dispara a mi corazón.

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